Mi abuela María Poveda nos despertaba los sábados por la mañana con el olor de la coca de molletes (o de la coca en tonyina si era víspera de fiesta). Curiosamente fue mi padre el que mantuvo la tradición de su suegra y ahora él todavía nos deleita (aunque menos veces de las que quisiéramos sus hijos y nietos) con una de las cocas más simples, pero también más convincentes.
Sigue estando omnipresentes en todas las panaderías de l’Alacantí (comarca de Alicante), y también en otras versiones en el resto de comarcas (por ejemplo la coca en farina de Alcoi).
Ahí va mi receta:
Ingredientes:
Para la masa:
– harina de fuerza (en el Mercadona venden) la que admita hasta que no se pegue en los dedos
– 100 gr de aceite de oliva
– 100 gr de vino blanco
– sal
Para las «mollitas»:
– 100 gramos de harina
– 25 gr de aceite
– sal
Receta:
Se vierten los líquidos y la harina que admita (añade si quieres un pellizquito de sal). Se amasa en un recipiente hasta que la masa se desprenda de la mano y sin reposar se extiende en la llanda o bandeja del horno.
Se hacen las mollitas con harina y aceite. Para que se formen las mollitas se pone poco aceite y harina en el recipiente donde amasamos la masa. Se mezcla con los dedos. Con un poco de práctica es muy fácil.
Finalmente se extienden las mollitas por encima de la masa. A continuacion con una aceitera se reparte por toda la coca un hilo de aceite abundante.
Se pone en el horno unos 15 minutos a 200 grados. El acabado depende del gusto. Yo prefiero muy tostado y a mi padre le gusta bastante crudo. Tu mismo…
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