Me encanta la palabra Bacora (breva), viene del árabe Bakura que ademas significa lo mismo. Ser un bacora es equivalente a alguien sin sangre. Mi padre no es un hombre amante de los refranes, pero siempre tenía en la boca esta palabra: Per sant Joan bacores, verdes o madures, segures, lo que indica que queramos o no hay cosas que siempre ocurren de una u otra manera. También me gusta lo de Señores, si no son figues son bacores, o sea si no es una cosa es otra igual, frase muy apropiada para finalizar discusiones acaloradas cuando en el fondo ambos interlocutores están diciendo lo mismo. Esta frase tiene la gracia de que para que rime se ha de combinar el castellano y el valenciano.
El caso es que mi madre siempre nos llevaba a coger higos a finales de agosto y septiembre, que es cuando maduran en Alicante. Nos encantaba coger lo que llamabamos las «Macocas» que eran los higos bien secos del arbol, casi hechos higos-pasa. También eran muy apreciados aquellos higos que tenían la gota de «figa-mel» que era como una gotita de líquido azucarado en la punta, que coincidía que eran los más maduros.
El problema es que duran tan poco y les gustan tanto a los pájaros, que para disfrutar todo el año de los higos es necesario hacer mermelada o secarlos. No me hace falta decir que es la mermelada que más me gusta, aunque también me parecen ideales la de naranja amarga y la de arándanos.
Ingredientes (5 botes de mermelada)
– 1 kilogramo de higos maduros
– 1 kg de azucar (puedes utilizar azucar preparado con gelatina y zumo de limón, y entonces no hace falta hervir tanto tiempo ni añadir limón, pongo aquí la marca que utilizo en este caso)
– el zumo de un limón
Elaboración
1.- Se lavan muy bien (yo utilizo el desinfectante del mercadona), se quita la parte superior y la inferior. Se cortan en 4 trozos
2.- Se pasan por el robot de cocina y se cuecen a fuego lento removiendo hasta que tengan una consistencia bastante solida (cuidado que se pueden quemar)
3.- Se cuecen 30 minutos al baño maria con el agua hasta arriba o tumbados.
4.- Por último se sacan y se vuelcan boca abajo para que se haga el vacío hasta que se enfrían del todo, y ya está.
En cuanto a la caducidad, ni idea a veces abro alguno de hace 3 años y está igual que el primer dia. En fin tiene que hacer «plof» al abrirlo, en caso contrario mejor deshecharlo.